jueves, 16 de junio de 2011

La ciencia en Jonia - Tales de Mileto (Texto Adaptado del texto original encontrado en el Libro "Cosmos" de Carl Sagan - 11ª edición )

Las pocas aclaraciones en este color son agregados que no tienen que ver con el libro "Cosmos"


Durante miles de años los hombres estuvieron oprimidos (como lo están todavía algunos de nosotros), por la idea de que el universo es una marioneta cuyos hilos manejan un Dios o Dioses, no vistos e inescrutables. Luego, hace 2500 años aproximadamente, hubo en Jonia un glorioso despertar (Luego truncado por la quema de la Biblioteca de Alejandría y por el advenimiento del Cristianismo): Se produjo en Samos y en las demás colonias Griegas cercanas que crecieron entre las islas y ensenadas del activo mar Egeo Oriental. Aparecieron de repente personas que creían que todo estaba hecho de átomos; que los seres humanos y los demás animales procedían de formas más simples; que las enfermedades no eran causadas por demonios o dioses; que las Tierra no era más que un planeta que giraba alrededor del Sol; Y que las estrellas estaban muy lejos de nosotros.
Los Jonios tenían ciertas ventajas. Jonia es un reino de islas. El aislamiento, aunque sea incompleto, genera la diversidad. En aquella multitud de islas diferentes había toda una variedad de sistemas políticos. Faltaba una única concentración de poder que pudiera imponer una conformidad social e intelectual en todas las islas. Aquello hizo posible el libre albedrio. La promoción de la superstición no se consideraba una necesidad política. Los jonios, al contrario que muchas otras culturas, estaban en una encrucijada de civilizaciones, y no en uno de los centros. Fue en Jonia donde se adapto por primera vez el alfabeto Fenicio al uso griego y donde fue posible una amplia alfabetización. (Advertir la similitud que esta acción de alfabetización tiene con relación a la función de la escuela en la Sociedad. Los Mercaderes no eran tontos, y nuestros mercaderes modernos tampoco). La escritura dejo de ser un monopolio de Sacerdotes y Escribas. Los pensamientos estaban a disposición de ser debatidos y considerados. El poder político estaba en manos de Mercaderes, que promovían activamente la tecnología sobre la cual descansaba la prosperidad.
 Esa gran revolución es el pensamiento humano se inició entre los años 600 y 400 AC. La clave de esta revolución fue la mano. Algunos de los brillantes pensadores jonios eran hijos de marineros, de campesinos, y de tejedores. Estaban acostumbrados a hurgar y  a reparar, al contrario de los sacerdotes y de los escribas  de otras naciones que, criados en el lujo, no estaban dispuestos a ensuciarse las manos.
 El primer científico jonio fue Tales de la ciudad de Mileto  (Ciudad de Asia menor separada por un estrecho canal de agua de las isla de Samos). Había viajado hasta Egipto y dominaba los conocimientos Babilónicos. Se dice que predijo un eclipse solar. Aprendió la manera de medir la altura de una pirámide a partir de la longitud de su sombra y el ángulo del sol sobre el horizonte, método utilizado hoy en día para determinar la altura de las montañas de la luna. Fue el primero que demostró teoremas geométricos como los que Euclides codificó tres siglos después: Por ejemplo la proposición de que los ángulos en la base de un triángulo isósceles son iguales (Pons Asinorum). Hay una evidente continuidad en el esfuerzo intelectual desde Tales y Euclides, hasta la adquisición por Issac Newton del libro “Elementos de Geometría” en la feria de Stourbridge en 1663(hecho que precipito la ciencia y la tecnología moderna).
Tales intento comprender el mundo sin invocar la intervención de los dioses. Creía, como los babilonios, que el mundo había sido antes agua. Los babilonios para explicar la tierra firme añadían que Marduk puso una estera sobre la superficie de las aguas y amontonó tierra encima de ella(*). Tales tenia una idea semejante, pero como señala Benjamín Farrington, “dejó fuera a Marduk”. Sí, todo había sido antes agua, pero la tierra se formo a partir de los océanos por proceso natural, semejante pensaba, a la sedimentación que había observado en el delta del Nilo. Pensaba que el agua era un principio común subyacente a toda la materia, como podríamos hablar hoy de los protones, electrones, neutrones y quarks. Lo importante no es que la conclusión de Tales fuera o no correcta, sino el método utilizado. El mundo no fue hecho por los dioses, sino por la labor de fuerzas materiales en interacción dentro de la naturaleza. Tales trajo de babilonia y de Egipto las semillas de las nuevas ciencias de la astronomía y la geometría, ciencias que brotarían y crecerían en el suelo fértil de jonia.
Fue famoso también por su sabiduría política; animó con éxito a los milesios a que opusieran resistencia a la asimilación por el reino de Creso, rey de Lidia, y propuso sin éxito una federación de todos los estados insulares de jonia para que se opusieran a los lidios.
(*)Hay algunas pruebas de que el antecedente, los primitivos mitos sumerios de la creación, constituían en su mayor parte  explicaciones naturalistas, codificadas más tarde hacia el 100 a. de C. en el  “Enuma elish”(“Cuando en lo alto”, las primeras palabras del poema)., pero en aquel entonces los dioses habían sustituido ya a la naturaleza, y el mito presenta una teogonía, no una cosmogonía. El “Enuma elish” recuerda los mitos japoneses y ainu en los que el Cosmos, fangoso al principio, es batido por las alas de un pájaro que separan la tierra del agua. Un mito fiji de la creación dice: “Rokomautu creó la tierra. La sacó del fondo del océano a grandes puñados y la acumuló apilándola aquí y allí. Esto son las islas fiji.” La destilación de la tierra a partir del agua es una idea bastante natural en pueblos insulares y navegantes.

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