martes, 5 de julio de 2011

Alegoría de la realidad

Fragmento para entender las próximas lineas

  El 11 de septiembre de 2001 ocurrió uno de los hechos más trascendentales del  siglo XXI. Me refiero, por supuesto, al atentado que derribara las torres gemelas y cobrara numerosas victimas en New York, EE.UU. Las miradas se centraron inmediatamente en Asia, mas puntualmente en los países de Irak e Irán, donde las tropas de la legión terrorista Al Qaeda, dominada por un hombre de negocios hasta el momento desconocido (Me refiero a Osama), pululaban.


Pero, mas tarde, las dudas de si el grupo terrorista era el responsable, o en todo caso, si solo Ellos  eran los responsables del atentado, empezaron a sonar fuerte, sobre todo en el país que fue victima de esto. Entonces, muchos norteamericanos (la mayoría, profesionales en su campo con estudios universitarios) se revelaron y empezó la guerra mediática que, por un lado defendía, a el entonces presidente George Bush hijo, y por el otro lo acusaban de ser uno de los principales responsables, justificando esta acción con el ardiente deseo de la administración en curso de quedarse con el petróleo de Medio Oriente.


La posterior invasión norteamericana, los crímenes de guerra, y las mentiras y más mentiras, hicieron evidente que no todo lo que contaban al principio era real. Recuerdo (En ese momento yo contaba con 25 añitos) que muchos de los medios mas sensacionalistas del momento, mostraban imágenes de gente en las calles de Irak e Irán festejando. Mas tarde, se descubrió que estos festejos, los cuales no se habían producido simultáneamente, se debían a la ocasión en la que estos países obtuvieran un resultado favorable en el deporte (no recuerdo en que deporte en este momento), hechos que además, se habían producido varios años antes.


Pero lo que mas recuerdo es como ese montaje televisivo, produjo ira, como nunca vi, y palabras durísimas del pueblo norteamericano, y de otros países. La forma de dibujar la realidad llevo a generar alistamientos de jóvenes a las fuerzas armadas estadounidenses, para invadir y combatir en medio oriente. Muchos chicos, de entre 18 y 20 años, luchando por un ideal de cartón pintado, en beneficio del poder. De todas maneras, no necesito ir tan lejos en el espacio. Podría ir mas atrás en el tiempo y hacer notar que en nuestro país (en abril de 1982) paso algo parecido, con otro fin y otro desenlace.


Esta realidad de la que hablo en estas líneas, no es más que un hecho diario que ocurre de una manera tan normal que ya no diferenciamos, en ocasiones, entre la verdad que nos quieren contar y la verdad que nos toca vivir. Cualquiera podría citar cientos de ejemplos. Son tantos. Hasta podría ser capas de inventar. Miren que fácil.
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 *Un canal de televisión de Bs. As. (si es de Bs. As. el medio, la información se vuelve masiva), llega a nuestra   ciudad. Le hacen una entrevista a nuestro intendente y en una recorrida por algunos barrios demuestran como Villa constitución es una ciudad en progreso, con calles asfaltadas, con puestos de trabajo, etc.
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 *El mismo canal de televisión, no llega a un acuerdo monetario con el municipio. Luego, en lugar de pasar el institucional que planearon al principio, hacen otra recorrida, esta vez por los lugares mas carenciados. Entrevistan a la gente, pero les preguntan por sus necesidades. Luego, demuestran que la corrupción en Villa constitución es tal que la población vive en estado total de pobreza.


La lucha del Gobierno de Cristina Fernández y Grupo Clarín es un claro ejemplo. Si el programa es federal, están a favor del gobierno, si es un medio del grupo, hablaran en contra del gobierno. ¿Quién dice la verdad? ¿Cuál es la verdad? Preguntas estas muy difíciles de responder.


Vale aclarar, que no solo los medios de difusión son los causantes de crear la realidad. La realidad la vivimos todos desde hace milenios. Nos la contaron nuestros padres y abuelos. Nuestros amigos, o algún viajero que pasaba caminando por ahí. La historia se construye en parte, con las realidades parciales que otros cuentan.


En la alegoría de la caverna, Platón escribe un relato (que quizás Sócrates conto), acerca de hombres encadenados que veían una realidad que no era la realidad (La realidad de Platón). Nosotros en este tiempo, vivimos en cavernas individuales, donde las voces del exterior, se mesclan con las voces del interior, pero todo esto, ocurre a otro nivel, diferente de cómo ocurre en la alegoría, ya que esta multiplicado mil veces a cada instante.
Pero ¿Qué significa decir “…vivimos en cavernas individuales…”?. La “realidad” de nuestra especie, es que somos un colectivo social. Vivimos en manadas organizadas de tal manera que podemos comunicarnos e interactuar con otras manadas distantes. Pero en el fondo de nuestro ser, la sujeción se alza impetuosa y nos domina. Creemos colectivamente en cosas iguales, pero individualmente, esas cosas terminan no siendo las mismas. Y es que ¿Quién podría ver con nuestros ojos? ¿Cómo yo o alguna otra persona podrían ver el mundo con la visión de alguien distinto? ¿Cómo podríamos verlo con la mirada de Platón? Imposible. Miles de experiencias individuales hacen que esas miradas sean únicas.


En este punto, podríamos hablar entonces de que, si bien quizás este relato implica la existencia de múltiples realidades parecidas que coexisten simultáneamente, también podríamos ver esta situación como la existencia de realidades falsas que nos alejan de la verdad. Esto se contradice con lo primero que dijimos en este relato, acerca de la imposibilidad de ver el mundo igual a otra persona. Pero lo cierto es que si el caballo blanco de San Martin era blanco, no podría haber sido nunca negro. Y esa es la realidad tangible. Eso me hace pensar en que, la realidad se basa también en la información que uno posea de los hechos. Por ejemplo


·         alguien podría decir que una copia de la Gioconda es peor que la Gioconda misma
·         alguien objeta que la copia y el original son iguales
·         los primeros contestan que es cierto, pero que Leonardo la pinto primero


Luego de esto un cataclismo destruye nuestra civilización. Milenios más tarde, arqueólogos de una nueva civilización descubren a La Gioconda original y también un cierto número de copias. ¿Ante cual se prosternaran? ¿Ante la que pintón Leonardo o ante las tapas del dulce de batata?

Cuando decidí estudiar la carrera de Matemáticas, lo hice desde el punto de vista de la ciencia.  Pensaba (y sigo pensándolo), que no era digno llegar al final de mi existencia sin conocer los mecanismos que mueven los engranajes de nuestro universo. Por lo menos algo. Descubrí entonces, que no solo el conocimiento acumulado durante la historia de la humanidad era inmenso, sino que, mucho más inmenso es lo que no sabemos. En ese momento me di cuenta también, que la verdad de las cosas (las que vemos, tocamos y las que son invisibles o meras sensaciones de nuestro ser) están mas allá de una ecuación matemática, o de una teoría de la física. Ecuaciones y teorías pueden ser una representación, pero estas representaciones son solo parcelas de cosas que son mucho más que eso. Son las sensaciones que nos maravillan o nos aterran. El aroma de una rosa, es una cadena aromática de hidrocarburos que pueden despertar sentimientos. Una puesta del sol, es la rotación de nuestro planeta sobre su eje que nos llena de regocijo cuando se mescla con el paisaje. El aire que respiro, las moléculas que me permiten vivir pero que a la vez me harán morir. La pasión, 22 sujetos corriendo atrás de una pelota que nos hacen gritar o llorar. El alma de un hombre atormentado, una curiosa combinación de tinta y papel que se convierte en las ideas de una sociedad. O quizás, esta mezcla de Cinismo y sentimientos, no son mas que meras conclusiones mías que nada tienen que ver con lo que cualquier lector de estas líneas piensa. Y estará perfecto que así sea. Que cada uno encuentre en este tiempo que le toco vivir, el significado de sus experiencias y de su realidad. Que encuentre sus verdades. Después de todo, ¿para que otra cosa sirve la inteligencia?
       
 Existe una teoría en la física relativista (esa física famosa de Einstein) donde existen infinitos instantes en la vida de cada persona. Estos instantes se dan simultáneamente pero solo podemos elegir uno de ellos. Si elegimos levantar el brazo izquierdo, jamás podremos elegir levantar el brazo derecho, ni hacer otra cosa que levantar el brazo izquierdo. ¿Se entiende la idea? De las infinitas cosas que una persona puede hacer en un instante solo puede elegir una. Las otras acciones o pensamientos existen, pero en realidades paralelas. Esto plantea paradojas que no permitirían, por ejemplo, el viaje en el tiempo. Y tampoco nos permiten la total libertad. La libertad de estar en varios lugares a la vez. De visitar el pasado y el futuro. De extraer de las premisas de la razón las consecuencias que uno desee. La libertad, la libertad de vivir todas las vidas y no estar condenado a transitar solo por una. ¿Quién puede decirme que esa no es la verdadera libertad? Parece un relato desquiciado, pero ¿que importa? Después de todo, un hombre puede soñar… Un hombre puede soñar.


En el siguiente fragmento de la serie futurama, el robot bender, se revela ante la sociedad al no querer recibir una actualización que lo hara compatible con un nuevo robot (el robot 1X), al cual ve como competencia. El cree vivir una realidad, pero en este desenlace, va a experimentar una gran reflexión.



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(Recuerda, robar es malo)